La mujer más mala del planeta demostró que sigue siendo una especialista en sumisión incluso con una extremidad comprometida. Con una mano atada a la espalda, Ronda Rousey usó sus habilidades para lograr una victoria para su equipo en Elimination Chamber. Respaldado por una Naomi lista y expectante, The Rowdy One atrapó a Deville con una palanca de brazo antes de que Charlotte Flair dejara a su compañera indefensa, obligándola a hacer tapping. Este collage de edición limitada, que forma parte de solo 250, es el complemento perfecto para conmemorar el legado de Ronda Rousey.